¡Hijo de Dios, enviado por el Padre a los hombres de todos los tiempos y lugares de la tierra!

Te invocamos por medio de María, tu Madre y nuestra Madre: haz que no falten vocaciones en la Iglesia, en particular las de especial consagración a tu Reino. ¡Jesús, único Salvador del hombre!

Te rogamos por nuestros hermanos y hermanas que respondieron «sí» a tu llamada al sacerdocio, a la vida consagrada y a la misión.

Haz que su existencia se renueve día a día, y que se conviertan en Evangelio vivo.

Señor misericordioso y santo, ¡sigue enviando nuevos trabajadores para la cosecha de tu Reino!

Ayuda a aquellos a quienes llamas a seguirte en este tiempo nuestro: haz que, contemplando tu Rostro, respondan con alegría a la maravillosa misión que les encomiendas para el bien de tu Pueblo y de todos los hombres.

Tu que eres Dios y que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de siglos.

Amén.

San Juan Pablo II

Te rogamos Señor por el consiliario del Equipo Responsable Internacional de los ENS y por el padre…, consiliario de nuestro equipo ENS, por… nuestro párroco, por … seminarista…

(Especificar la gracia a pedir)